que no tienen nada que perder. Y sin embargo, o tal vez por eso,donde más duele nos damos los besos.
Tu derrota es la mía y mi fracaso tu quebranto, mujer. Mía es tu ruina, tuya mi agonía. Tan solo somos un par de perdidos que no tienen nada que perder. Y sin embargo, o tal vez por eso, donde más duele nos damos los besos. A sangre y fuego, te parto el alma y me mato luego. No tendré piedad de ti. No tendré piedad de mí. Morir matando, matar muriendo, sin piedad de ti, sin piedad de mí. Si me entregase a ti me despreciarías
y si te venzo me odiarás
y si huyo no he de verte nunca más.
Me necesitas y te necesito
como la confesión necesita al delito .
Sueño contigo
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